'Tengo 35 años y afortunadamente, una vida llena de facilidades y sin problemas de ningún tipo. Continúo enamorada de mi marido y tengo dos hijas maravillosas, nuestra situación económica es buena y tenemos una casa preciosa. Con mi familia mantengo una relación muy cercana y puedo contar con ellos siempre que los necesito, tenemos muchas amistades con las que salimos y viajamos a menudo....Y sin embargo, desde hace meses me siento triste, apática, vacía, sin ganas de hacer nada, sólo de llorar..... a la vez me siento culpable, porque hay mucha gente pasándolo mal y a mí no me falta nada, soy afortunada con todo lo que no tengo y debería ser feliz, pero aunque me esfuerzo no lo consigo. ¿Qué me está ocurriendo? ¿Puedo tener depresión aunque no tenga motivos?'
Lo primero que debemos tener claro es que una persona no puede “obligarse a ser feliz”. La felicidad es un sentimiento, una emoción, como la tristeza, el enfado, la alegría....y como tal no se puede forzar.
Lo que sí podemos hacer para ser más felices es realizar un trabajo de autoconocimiento y reconocimiento personal para entender qué nos hace sentir bien y mal y actuar en consecuencia. Esto que parece tan obvio se nos olvida a menudo y funcionamos ajenos a nosotros mismos, pensando sólo en agradar a los demás, o en lo que “debemos hacer” o en alcanzar lo socialmente establecido como exitoso.
En tu caso, nos describes una vida en apariencia satisfactoria, pero no nos dices nada de tí misma, de tus inquietudes, anhelos, deseos profesionales, hobbies... Te centras en aspectos externos de la vida sin atender a los internos, a tí misma y es ahí donde vas a encontrar la respuesta a lo que te ocurre. Ese “no escucharte”, “no mirarte realmente”, es lo que puede estar originando los sentimientos de vacío, apatía y tristeza que describes.
Las personas tenemos diferentes tipos de necesidades y en función de aquellas que estén desatendidas o sin cubrir, pueden aparecer diferentes síntomas. Maslow clasifica nuestras necesidades, de forma piramidal, en 5categorías, que serían (desde la base hacia arriba): Necesidades fisiológicas, de seguridad, sociales, de ego/autoestima y de autorrealización.
En tu caso, según nos cuentas, las tres primeras están cubiertas con creces pero no sabemos nada de las otras dos, de la confianza que tienes en tí misma, si te respetas, aceptas y valoras, si sientes que has desarrollado tus capacidades, si te sientes autorrealizada...
Sería recomendable que, con la ayuda de un profesional, exploraras estos aspectos que parece que desconoces o hace tiempo que tienes abandonados. De este modo encontrarás las causas de tu malestar y las vías para conseguir un modo de vida más satisfactorio.
Soledad Cuadrado Moreno
Directora de Global Psicología